Kabul, y las cometas en su cielo

Él era el dueño de las cometas en el cielo. Cielo de una agreste Kabul que ya empezaba a sentir los hervideros de sus pasiones políticas, espejo en el que hoy, dos décadas después, muchas naciones deberían observarse. La historia habla por sí misma a los que quieran escucharla, no por la boca de quienes la utilizan a su antojo.

Era el amo de las cometas en el cielo, y me agrada pensar que así como simplemente sabía el lugar en el que las mismas caerían, también sabía que su vida, aparentemente insignificante entre los millones de almas que pueblan este mundo, dejaría una huella importante en la vida de su amigo, su hermano de corazón, su compañero de infancia. Una huella que hoy, después de 20 años, aún puede observarse en la tierra firme y
reseca que cubre a Kabul. Una huella que no es nada entre los millones de kilómetros que representan los continentes en el mundo, pero que aún se deja ver desde cualquier lugar del planeta para todos aquellos que quieran verla. Muchas veces queremos ganarnos el mundo, sin darnos cuenta que lo que realmente importa es el grupo de personas que se encuentra a nuestro alrededor. Es la huella que dejamos en cada uno de ellos, la que puede cambiar al mundo.

Él era el vivo ejemplo de la amistad. Esa amistad que todo lo soporta, ésa que permite tu humillación como persona, si esa humillación es necesaria para mantener tu promesa de amigo, para mantener el honor de una amistad. El honor de la palabra empeñada lava la sangre de la humillación, algo que la sociedad actual parece haber olvidado hace mucho tiempo ya. Él era ejemplo de superación. Y sabía, que con un granito de arena podía desencadenar una avalancha de acontecimientos que marcarían la vida de las personas a las que amaba.

Él era el viento que elevaba las cometas en el cielo de Kabul, y que aunque se diluyó en el recuerdo de una nación confundida en sus brebajes político-religiosos, afloró en el corazón de su amigo, para sanar las heridas que la cobardía le infligió en el pasado, para rescatar a su hijo de la perdición, y para dejar un claro mensaje al mundo que quiera escucharlo.

Basada en "Cometas en el cielo", un excelente film de 2007 dirigido por Marc Foster. Te invito a leer más sobre esta película siguiendo este enlace.